Ronda: Celebración de la Música

Texto: Damián Karaman

¿Cuántas veces nos hemos fijado entre los datos que figuran en la edición de un disco en la fecha de grabación del mismo? Seguramente pocas, pero viene a mi memoria una de ellas. Tal vez porque fue un 24 de diciembre. El 24 de diciembre de 1964. Entonces, uno se pregunta que llevó a esos músicos y responsables de la grabación de un puñado de canciones a reunirse en una fecha tan particular.

Por cierto, ese álbum es “Speak no evil” con Wayne Shorter como band leader del grupo de intérpretes que lo acompañan para dar vida a sus composiciones. Algo que siempre me atrajo de Shorter y sus músicos es el espíritu de celebración que encuentro en esta formación de jazz.

Como figura análoga aparece en mi imaginación una ronda de personas donde la búsqueda de comunicación/transparencia, través del lenguaje, de las intenciones de los integrantes, en su interacción, es fundamental para un buen funcionamiento en lo colectivo. En una ronda prevalecen las situaciones cara a cara como en un combo de jazz trascienden los encuentros a manera de toma de posición, sonido a sonido, vibración a vibración.

Seguramente que esa interacción es dinámica, en este tipo de formaciones permiten sacar dentro de un contexto musical lo mejor (o tal vez lo peor, lo que se pueda) de esas personalidades, lo importante es que lo puedan soltar, que lo expresan en un acto creativo donde lo individual y lo grupal oscila en un péndulo preferentemente virtuoso y generador.

Simultáneamente, viene al caso citar otro tipo de ronda como la que menciona el cantante Enrique Campos con la orquesta de Ricardo Tanturi en el tango “Muchachos…comienza la ronda” (L Díaz Vélez / L Porcell) y que se forma en cualquier milonga alrededor del mundo. En esta ronda seguramente sean las parejas las que expresen sus sentires dentro del movimiento que fluye al son de la música.

Realmente no es antojadizo la cita de distintos tipos de rondas sobre todo en esta época del año que, por motivos familiares, laborales o distintas actividades nos hemos encontrado en distintas reuniones (rondas) donde de alguna manera se presentan las posibilidades de soltar distintas expresiones para indudablemente haber transitado de la mejor manera este período de Festividades.

Es maravilloso que tengamos tales herramientas como un combo de jazz o la milonga para una suerte de educación emocional

Los saludo en la escucha de otro gran disco de jazz: Unity en el que participa -oh! casualidad- el mismo baterista del disco citado inicialmente. Dicho baterista es: Elvin Jones.

Buenos Aires, 26 de diciembre de 2016.

0 comentarios:

Publicar un comentario